Un Palacio para los libros. A 110 años de la primera piedra de la Biblioteca Nacional
La construcción del edificio de la Biblioteca Nacional, que comenzó con la colocación de la primera piedra en 1913, no fue solamente un hecho histórico para la institución, que hasta ese momento había tenido que deambular por distintas casas. Fue también un momento fundamental para la ciudad de Santiago y su perfil arquitectónico. Anteriormente ocupado por el Convento de las Monjas Claras, el paño de terreno junto al Cerro Santa Lucía se encontraba en el centro mismo de una ciudad que solo hace algunos años iluminaba sus calles con luz eléctrica, y que se encontraba inmersa en un proceso de cambio que explotaría en los años 30 con la masiva migración de los campos a la ciudad. En ese contexto la edificación de la Biblioteca Nacional daba a la ciudad un edificio republicano, abierto al público, pero con los detalles europeos de los palacios a los que el pueblo tenía poco o nulo acceso. El proyecto del arquitecto Gustavo García del Postigo brindaba a la colección bibliográfica más importante del país, una casa a la que podían acceder todos los chilenos, donde además de leer podían disfrutar de la arquitectura neoclásica, vitrales y escaleras de mármol que nada tenían que envidiar a las edificaciones de más alcurnia de la ciudad.
La increíble y necesaria historia de la construcción de la Biblioteca Nacional de Chile ha sido compilada tanto de manera narrativa como visual en el libro de Ediciones Biblioteca Nacional Un Palacio para los Libros. Crónica visual de la construcción de la Biblioteca Nacional de Alfredo Palacios. Editado en 2016, es una crónica tanto de la construcción del edificio, como del destino de las monjas claras que ocupaban antes el terreno, y la manera en que participó en la transformación de la ciudad. El libro contiene un registro iconográfico sin paralelo, ya que nos permite conocer el Santiago de principios del siglo XX, el proceso de demolición del convento, los primeros pasos de la construcción de la biblioteca, y el trabajo de la misma en sus primeros años abierta al público. Además el historiador trabajó de cerca con las monjas de la congregación que aún quedan en Chile, que terminaron por mudarse a terrenos más tranquilos en la comuna de Puente Alto. Todo esto hace del libro una referencia obligada para entender no solo la historia de la Biblioteca Nacional, sino de la transformación de Santiago.
Las fotografías de los primeros usuarios, vestidos con suma elegancia, hablan de una tradición bibliotecaria que trasciende el tiempo. Se percibe una solemnidad profunda en cada uno de sus salones, un respeto por el estudio, la investigación, la literatura y el conocimiento en general. Del mismo modo las imágenes de la construcción muestran a los artesanos cuidando cada detalle, en espacios que se han mantenido impertérritos al paso del tiempo. Un Palacio para los Libros es un verdadero viaje en el tiempo, y demuestra que el edificio de la Biblioteca Nacional es mucho más que una simple construcción. Es un símbolo republicano que corona a la ciudad de Santiago. Un refugio para cada ciudadano, que fue construido con los más altos estándares de elegancia y profesionalismo. Por primera vez, y en conmemoración de los 210 años de la Biblioteca Nacional, este libro se encuentra en formato digital para su descarga en forma gratuita.
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