Memoria Chilena actualiza minisitio sobre Gabriela Mistral e incorpora primeras ediciones y fotografías
La poeta recibió en 1945 el Premio Nobel de Literatura y solo después de seis años, el Premio Nacional de Literatura. Una actualización de Memoria Chilena ofrece una nueva mirada a su obra y la amplia recepción que tuvo durante el siglo XX: sus cuatro libros de poesía -ahora todas esas primeras ediciones están digitalizadas- y los poemas inéditos que fueron publicados tras su fallecimiento.
El legado de Gabriela Mistral, donado por Doris Atkinson a la Biblioteca Nacional de Chile en 2007, es uno de los contenidos emblemáticos de Memoria Chilena. Ahora se presenta, por primera vez, una nueva versión del minisitio original con nuevas cápsulas que contextualizan cada documento, y más objetos digitales asociados a la autora.
Los primeros textos publicados por la escritora fueron en los periódicos El Coquimbo de La Serena y La voz de Elqui de Vicuña, entre 1904 y 1914. Esos textos de poesía y prosa fueron firmados con variaciones de su nombre civil -Lucila Godoy Alcayaga- u otros seudónimos; el 23 de julio de 1908 aparece por primera vez el nombre Gabriela Mistral.
Desolación (1922), su primer libro, fue publicado en Estados Unidos. Al año siguiente, la editorial Nascimento publicó el libro en Chile. La misma situación ocurrió con sus libros siguientes: Ternura (1924), editado en Madrid por la editorial Saturnino Calleja con el subtítulo "Canciones de niños", y Tala, publicado en 1938 en Buenos Aires, por medio de la Editorial Sur, dirigida por Victoria Ocampo. En la primera edición incluye la nota "Razón de este libro", en donde la autora indica que las ganancias obtenidas irán en ayuda de los niños afectados por la Guerra Civil Española, hermanándose así con libros contemporáneos de Pablo Neruda y César Vallejo. Respecto de Ternura, el minisitio incluye también la versión de 1945, considerada la más completa al integrar 50 poemas más que la versión de 1924.
A diferencia de sus otros poemarios, Lagar (1945) fue el primer y único libro de poemas inéditos que la autora publicó en Chile, por medio de la Editorial del Pacífico. En 1991, un conjunto de 58 poemas inéditos de Mistral fue editado de forma póstuma por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos -actual Servicio Nacional del Patrimonio Cultural- bajo el título Lagar II, pues para algunos investigadores podía ser considerado una continuación de los poemas publicados en 1945. La selección fue realizada a partir de manuscritos transcritos siguiendo indicaciones consignadas a mano por la autora.
Otra publicación póstuma que se aborda es Poema de Chile (1967), libro que fue editado por Editorial Pomaire diez años después de la muerte de la poeta. La edición estuvo a cargo de su albacea Doris Dana y reunió setenta y siete poemas. Mistral trabajó en el libro en las últimas décadas de su vida, pero no llegó a darle una forma final.
Si bien la obra de Gabriela Mistral tuvo una amplia recepción, hubo insistencia en describir su figura como "madre" y "maestra". Dos títulos relativos a ese perfil se presentan en el minisitio: Lectura para mujeres (1924) fue encargado a la autora por la Secretaría de Educación mexicana y pensado para mujeres que estudiaban en la escuela . Reunió 227 textos en prosa y verso de más de un centenar de autores, agrupados en cinco secciones: "Hogar", "México y la América española", "Trabajo", "Motivos espirituales" y "Naturaleza". Poema de las madres (1950) fue un conjunto de poemas en prosa que Mistral escribió en Temuco, ciudad en la que se desempeñaba como directora de la Escuela de niñas. Inicialmente fue pensado como un segmento de Desolación (1922), pero en 1950 fue editado en solitario junto a 65 grabados del artista rumano André Racz. En la cápsula se puede descargar la reedición digital del libro, realizada en 2015 por Ediciones Biblioteca Nacional y Radio Universidad de Chile
Otra cápsula está dedicada a la fascinación que ha existido en torno a la vida de Mistral y las intersecciones con su obra. Entre la década de 1930 e inicios de 1990 se publicaron más de 15 estudios que leyeron su producción literaria en clave biográfica. En la cápsula se pueden descargar libros como Gabriela Mistral: campesina del Valle de Elqui (1969) o Gabriela Mistral y su sobrino (1978), además del trabajo de Patricia Rubio, Gabriela Mistral ante la crítica: bibliografía anotada (1995). Como complemento, la nueva edición del minisitio incluye fotografías recientemente digitalizadas que muestran a la autora en una faceta relajada e informal, como es el caso del retrato realizado en la hacienda El Lencero en Veracruz, una fotografía hecha para la Revista Life (1953) y otra que capturó a la autora en el exterior de su propiedad en Roslyn Harbor, Long Island (1954).
Además de libros, este minisitio presenta una gran cantidad de objetos de archivos, como fotografías, manuscritos, audios con voz de la poeta y un video. Estos objetos requirieron un trabajo dedicado de catalogación para poder determinar junto a editores fechas, autorías y lugares, y en muchos casos fueron incorporadas notas para detallar dedicatorias y prólogos, características de manuscritos, y las donaciones del legado de Gabriela Mistral de Doris Dana, Doris Atkinson y Laura Rodig.
Colonización alemana en Valdivia, Osorno y Llanquihue (1823-1910)
Memoria Chilena continúa la actualización de minisitios relacionados con la ocupación de la Araucanía y la colonización del sur del país, entre los que se cuentan Ocupación militar y colonización de la Araucanía (1851-1883). Esta vez, se presenta una investigación renovada que reemplaza el minisitio originalmente titulado Colonización alemana en Valdivia y Llanquihue (1850-1910), con el fin de entregar mayor contextualización a los documentos digitales.
Desde la década de 1830 comenzó un importante debate sobre la ocupación de las tierras "baldías" o "despobladas" del sur de Chile. Una cápsula expone el estado previo de la zona de Valdivia, Osorno y Llanquihue, antes de la colonización: su geografía, entorno natural, clima y recurso disponibles, así como el estado de sus ciudades, puertos o caletas, ríos navegables y comunidades indígenas y chilenas asentadas en los territorios. En esta etapa previa, el minisitio destaca también la participación de Bernardo Eunom Philippi (1811-1852) quien fue uno de los precursores de la colonización alemana en el sur de Chile y confeccionó, entre otros trabajos cartográficos, la Carta de la provincia de Valdivia.
La promulgación de la Ley de Colonización de Terrenos Baldíos de 1845 facilitó y financió el proceso de colonización a través de ciudadanos nacionales y extranjeros "al norte de Copiapó y al sur del río Bio-Bío". Memoria Chilena aborda las discusiones políticas en torno a esta norma que, entre otras cosas, permitió crear la figura del agente de colonización, quien fue la persona que contactaba familias de colonos, definía las tierras aptas para colonizar, y entregaba permisos de explotación y desarrollo industrial.
El desarrollo del proceso de colonización entre los años 1845 y 1870 es examinado en otra cápsula que muestra las discusiones públicas, los proyectos para seleccionar inmigrantes europeos y las dos etapas más importantes en que llegaron al país las primeras familias alemanas contactadas por los hermanos Bernardo Eunom y Rodulfo Amando Philippi en Hesse Kassel y otras ciudades-estado de la entonces Confederación Germana. Luego la gestión fue continuada por Vicente Pérez Rosales. Un documento destacado es el artículo "Emigracion y colonización alemana. Emigracion alemana en la América del Sud. Rio de la Plata", publicado en revista Sud América (1851).
Durante este período fueron desarrollados diversos estudios geográficos y cartográficos a partir de las expediciones de reconocimiento del territorio. En Memoria Chilena se presentan varios de estos mapas y planos; para su catalogación fue relevante incluir notas con información sobre escala, dibujantes, editores o productores.
Las familias alemanas que colonizaron el sur del país -principalmente las provincias de Valdivia, Osorno y Llanquihue- desarrollaron industrias centradas en la explotación de los recursos naturales y del comercio con el resto de las provincias del país y con los puertos alemanes, principalmente Hamburgo. Esto llevó a que la provincia de Valdivia se convirtiera en una de las más productivas e industrializadas del país. Destacan, entre los objetos digitales, el libro Un viaje a Valdivia: la civilización alemana en Chile (1900), de José A. Alfonso.
Plano de Puerto Montt ó Melipulli, levantado en noviembre de 1859