Dos nuevas investigaciones de Memoria Chilena sobre el siglo XIX : “Vicente Pérez Rosales” y el periódico “La Mujer”
Este mes, Memoria Chilena presenta un nuevo minisitio, La Mujer (1877), sobre el primer periódico hecho por mujeres y para mujeres, que inicialmente solo era una cápsula dentro del minisitio La cuestión de la mujer en la prensa chilena (1840-1890). También, en el área de historia y ciencias sociales, se presenta una nueva investigación sobre Vicente Pérez Rosales, como cierre de un conjunto de actualizaciones recientes sobre minisitios relacionados a las provincias de Valdivia, Osorno y Llanquihue, y vinculadas también al pueblo Mapuche y la ocupación de la Araucanía.
A fines del siglo XIX, y en el contexto de la promulgación del decreto Amunátegui que oficializaba el ingreso de las mujeres a los estudios superiores, apareció el periódico semanal político-literario La Mujer. Lucrecia Undurraga, su directora, propuso un medio de comunicación escrito por mujeres y orientado a estas. Este periódico es presentado por Memoria Chilena dentro de un nuevo minisitio en el que se incluyen las digitalizaciones de todos los ejemplares de la revista que están disponibles en la Biblioteca Nacional, así como cápsulas acerca de autoras que participaron de la publicación, y sobre las diferentes secciones de La Mujer.
La actual investigación expande y profundiza el contenido que se presentaba en el minisitio La cuestión de la mujer en la prensa chilena (1840-1890) , tomando como fuente principal los 15 números del periódico que fueron donados en 2019 a la Biblioteca Nacional por familiares de Lucrecia Undurraga, a través de la Universidad Adolfo Ibáñez. Una nota dentro del minisitio señala que la colección La Mujer aún está incompleta, pues faltan dentro de la Biblioteca Nacional los números 1, 5, 15, 16 y 19 - 22 del periódico. El semanario solo alcanzó los 25 números.
Lucrecia Undurraga fue una escritora, ensayista e intelectual que publicó artículos en varios medios de prensa hasta que en 1877 fundó La Mujer. La revista se planteó como un medio que tenía como fin la emancipación de la mujer a través de la educación, un debate en el que Undurraga ya había participado desde otras tribunas, como la Academia de Bellas Letras o las páginas de La brisa de Chile. Esta intención se desarrolló principalmente en la sección Editorial, en donde se publicaron textos que defendieron el desarrollo de las mujeres en los espacios públicos, poniendo énfasis en la creación de liceos y en la defensa de los beneficios que la ilustración de la mujer podía traer a la sociedad.
Entre las secciones permanentes de La Mujer estuvo "Literatura", en donde fueron publicados artículos, poemas, cartas y traducciones de autoras que eran poco conocidas. Algunas de ellas eran muy jóvenes y recién se iniciaban en el mundo de las letras. También dentro de las secciones permanentes estuvo "Revista semanal", un resumen de los acontecimientos ocurridos en la semana: anuncios de matrimonios, publicaciones de libros, estrenos teatrales, incluso discusiones políticas. Quien firmaba estos textos era Safo, seudónimo que habría correspondido a Lucrecia Undurraga.
De aparición más esporádica fue la sección "Revista de modas", firmada por la vizcondesa de Castelfido, una colaboradora de la revista española La moda elegante. Sus artículos, en los que presentaba las tendencias de la moda europea, eran reproducidos también en medios de México y Perú.
Entre las colaboradoras de La Mujer destacaron Gertrudis Gómez de Avellaneda, quien publicó el artículo "La mujer considerada particularmente en su capacidad científica, artística y literaria" en la sección Editorial, y Antonia Tarragó González, profesora que participó en el debate respecto del acceso a la educación universitaria de las mujeres durante la década del 1870.
Otra cápsula desarrollada para este minisitio es la que indaga en las narraciones escritas por Lucrecia Undurraga. La autora publicó dos relatos por entrega: Los ermitaños del Huaquén, en el periódico La brisa de Chile, y El ramo de violetas, en La Mujer. Debido al cierre de ambas publicaciones ambos relatos quedaron inconclusos.
Vicente Pérez Rosales (1807-1886)
Memoria Chilena presenta una nueva investigación con más contexto y profundización en torno a los objetos digitales disponibles en el sitio web. A través de cápsulas renovadas, el minisitio examina los múltiples roles que tuvo Pérez Rosales durante su vida, poniendo énfasis en su actividad como viajero, agente de colonización, cónsul y político.
Las principales obras del Pérez Rosales permiten recorrer estos aspectos de su vida. Diario de un viaje a California (1848-1849) es un libro en el que relató su participación en el denominado gold rush o fiebre del oro, cuando un importante grupo de chilenos y chilenas viajó con la intención de explorar los yacimientos de oro. Allí relata su viaje, sus intentos como empresario minero, hotelero y de restaurantes, su recorrido por el estado de California y compara la cultura norteamericana y la chilena.
Recuerdos del pasado (1882), la obra más importante del autor, se configuró como una memoria, autobiografía e incluso fue descrita como "novela de formación" y ejemplo del "romanticismo chileno", al entremezclar recuerdos del autor con elementos de ficción o difíciles de comprobar. En él, Pérez Rosales ahondó en su vida y describió el Santiago colonial y republicano, contó la vida de su familia en el exilio durante la Guerra de Independencia, su retorno a Chile y posterior viaje a Francia; y habló de sus variadas actividades económicas tras su retorno a Chile (agricultor, minero, comerciante, arriero cordillerano, cirquero, etc.).
En los capítulos finales de "Recuerdos del pasado", Pérez Rosales abordó su trabajo como Agente de Colonización y sus viajes por la selva valdiviana y sus ascensos al volcán Osorno, y su viaje a Europa como cónsul de Chile en Hamburgo, donde fue propagandista del proceso de colonización al sur de nuestro país. Una cápsula del minisitio presenta obras que escribió y publicó en el ejercicio de esos cargos, entre ellas, Memoria sobre emigración, inmigración i colonización (1854), Ensayo sobre Chile (originalmente de 1859, se presenta en el minisitio la edición de 2010 de la Colección Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile que incluye un texto preliminar de Javier Pinedo), Cuadro cronológico de la historia moderna de Chile (1862) y La colonia de Llanquihue: su orijen, estado actual i medios de impulsar su progreso (1870).
Durante la investigación fueron hallados varios artículos para publicaciones periódicas poco difundidos de Vicente Pérez Rosales. Una cápsula permitió profundizar en su labor como editor en el periódico literario El Mosaico y en los diversos artículos que escribió para publicaciones periódicas como El Heraldo, La Época, Revista de Santiago y Revista Chilena, principalmente relacionados con sus lecturas personales y apreciaciones sobre temas como astronomía, evolución humana y cultura, entre otros. También varios de esos textos fueron parte fundamental de sus libros más conocidos, entre los que se pueden contar sus escritos sobre sus viajes a Copiapó, Valdivia, Europa, California y su trabajo como Agente de Colonización.