Biblioteca Nacional lanza libro de Tito Vásquez
En el marco del mes de la fotografía, la Biblioteca Nacional inicia sus actividades dedicadas a esta disciplina con el lanzamiento del libro “Tito Vásquez. Obra fotográfica 1940- 1970”. En él, se muestra a un creador de una marca excepcional en el retrato y la fotografía documental chilena.
Tito Vásquez fue una de las grandes figuras que pertenecieron al Foto Cine Club de Chile, el espacio más antiguo y constante del país en este ámbito y que es parte de la historia de la fotografía en Chile. Ahí, artistas muy relevantes de la época lograron dejar testimonios de su periodo histórico, reflejando su mirada personal y revelando diversas técnicas de fotografiar, temáticas de interés, tendencias y estilos.
Soledad Abarca, directora de la Biblioteca Nacional de Chile expone que la obra de Tito Vázquez “contribuye a la valoración de la fotografía como un importante medio documental y artístico para entender la cultura e historia reciente del país, por lo cual, este libro es un ejercicio de archivo, memoria y mirada”.
La producción del libro estuvo a cargo del fotógrafo Cristián Ureta, con el diseño de Emanuele Diviso, que realizaron un delicado y excelente trabajo con la reproducción y edición de las imágenes. Por otra parte, la investigación y textos estuvieron a cargo del historiador y filósofo Gonzalo Leiva Quijada. Además, cuenta con una emotiva semblanza escrita por Samuel Shats, quien fuera un amigo cercano a Tito Vásquez y la presentación de Soledad Abarca, quien ha acompañado el proceso desde que la colección llegara a la Biblioteca Nacional.
Este autor nos permite encontrar una multiplicidad de miradas, pues si bien fue un fotógrafo de estudio, su pasión por la imagen se amplifica en el reconocimiento de la naturaleza indómita del norte, centro y sur del país. Ahí dirigió su lente a sus campesinos, arrieros y animales. También, practicó la fotografía urbana que mostraba la realidad de las ferias libres, de las calles y quienes las habitaban; así como la mirada industrial en un país que emprendía la constitución del estado fuerte como comendador de grandes empresas de obras públicas que desde la CORFO comenzaron a dar los pasos de una sociedad agrícola a una sociedad industrial.
Desde otra dimensión, la mirada de Tito Vásquez, muy atenta a los tiempos históricos, retrató grandes concentraciones de personas, marchas y congresos fruto de movimientos sociales. Su compromiso con la realidad lo sostuvo desde las trincheras elaboradas de múltiples imágenes que organizaron un imaginario de sensibilidades expuestas: retratos y fotografías documentales como una cartografía que transita desde lo privado al paisaje público. Así, encontramos en Tito Vásquez un compromiso político de raíces éticas y desarrollado con matrices estéticas, en el que asoma, por sobre todo, «la dignidad de lo chileno» y una fuente de memoria colectiva.
El archivo de Tito Vásquez, que contiene más de veinte mil fotografías en diversos formatos, fue resguardado por sus hijos, Valeria y Álvaro. Muchas de esas imágenes fueron escogidas para ser parte de esta publicación que da cuenta de un Tito Vásquez que marcó a la fotografía chilena. A partir de hoy, las podemos recorrer en el Archivo fotográfico de la Biblioteca Nacional y en este libro que cuenta con una valiosa selección de fotografías y un texto crítico.
El libro, que es parte de las ediciones del Centro de Investigaciones Diego Barros Arana de la Biblioteca Nacional será distribuido por Lom Ediciones.
Link a la publicación en PDF: https://www.bibliotecanacional.gob.cl/publicaciones/tito-vasquez-obra-fotografica-1940-1970
Manuel “Tito” Vásquez Pedemonte nació en Santiago en 1918, fue un destacado fotógrafo profesional. Dueño del establecimiento fotográfico de Pasaje Matte 34, estudió en la Escuela de Artes y Oficios y muy joven entró como ayudante al estudio del fotógrafo Alfredo Molina La Hitte, donde se desarrolló profesionalmente. Participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas a lo largo de su carrera. Trabajó como fotógrafo del Teatro Experimental de la Universidad de Chile y fue director del Foto Cine Club, además trabajó como fotógrafo publicitario para las oficinas Cenit y Veritas, y colaboró con la revista Bravo. Se le recuerda por sus célebres retratos y por ser un excelente laboratorista, siempre abierto a colaborar con sus colegas y numerosos discípulos.
Falleció en Santiago en 2001, dejando un archivo de más de veinte mil fotografías que hoy son parte de las colecciones de la Biblioteca Nacional de Chile.