Los funerales del César y Catón en las fiestas florales de Roma han sido consideradas las obras maestras del pintor italiano Prospero Piatti (1840-1902); ambas fueron adquiridas a comienzos del siglo XX por el diplomático chileno Augusto Matte y donadas, en 1936, al Museo Nacional de Bellas Artes. Algunos años después, ingresó al museo, como legado del político Ismael Valdés, una tercera obra de Piatti: Interior egipcio, mucho más pequeña y menos estudiada, que presentamos a continuación.
Interior egipcio, de 1893, muestra una escena de género aristocrático ambientada en el antiguo Egipto. En ella aparecen cuatro mujeres jóvenes -dos nobles espléndidamente ataviadas y dos doncellas- al interior de un templo dedicado a la diosa Hathor, deidad con atribuciones maternales, protectora de la danza, la música y el amor.
En esta pintura, así como en Los funerales del César y Catón en las fiestas florales de Roma, Prospero Piatti ejecuta su obra con gran cuidado en los detalles; sin embargo, a diferencia de ellas, que son auténticas escenas teatrales vinculadas a hechos históricos, esta tiene una representación íntima y una atmósfera de calma, observables también en los Interiores pompeyanos.
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Óleo sobre tela, 106 x 69 cm Museo Nacional de Bellas Artes, Chile Surdoc 2-1938
Los funerales del César (1898) Catón en las fiestas florales de Roma (1900) Museo Nacional de Bellas Artes, Chile Museo Nacional de Bellas Artes, Chile Surdoc 2-1940 Surdoc 2-1939
Interiores pompeyanos (1891) Christie's © Londres, 2006
Prospero Piatti (1840-1902)
Nació en Ferrara, el 1° de junio de 1840. A los pocos años su familia se mudó a Roma, donde su padre lo encomendó al pintor Alessandro Montavoni. Llevó a cabo restauraciones y pinturas en las logias vaticanas y en distintas basílicas e iglesias de Roma y otras ciudades de Italia. También, pintó escenas históricas de mediano y gran tamaño, y murales para importantes palacios romanos, como los de las familias Grazioli y Torlonia.
En 1899 y en 1901 participó con éxito en el Salón de París, con sus grandes obras de escenas romanas, que fueron adquiridas por el diplomático chileno Agusto Matte Pérez, cerca de 1901. Pertenecieron a su hija, la escultora Rebeca Matte y desde 1936 forman parte de la colección de pintura extranjera del Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. Interior egipcio, en cambio, fue legado al museo por el político Ismael Valdés Valdés, en 1949.
A pesar de vender sus grandes obras, Piatti murió en la pobreza el 15 de julio de 1902, en el desván de su casa en Roma, donde había vivido en soledad durante algunos años.
Atlas classique de la Géographie ancienne, du moyen age, et moderne Paris/Lyon: Perisse, 1838, pl. 32.
Descripción de la obra
Interior egipcio es una obra de formato rectangular, de orientación vertical, que representa una escena de género de estilo academicista. Composición basada en dos planos claramente identificables: en el primero, cuatro figuras femeninas que observan dos aves zancudas de plumaje blanco y negro; en el segundo plano, el interior de un edificio religioso. La mujer a la izquierda está sentada en un trono, sostiene un cetro y huele la fragancia de una flor; atrás de ella, se sitúa otra figura de pie que sostiene un abanico de plumas con su mano derecha. En el centro, una mujer sentada sobre un taburete bajo, con ambas piernas cruzadas sobre una alfombra, sostiene un sistro con su mano derecha; a su lado, una cuarta figura ubicada a su altura, en cuclillas, sostiene una bandeja. La escena se desarrolla en un espacio interior donde se aprecia pintura mural y una escultura de una deidad femenina con una ofrenda floral a sus pies. Los ornamentos de las mujeres y la decoración del templo describen un episodio acaecido en el Antiguo Egipto.
Elementos iconográficos destacados
Ibis
Ave sagrada del dios egipcio Thot, deidad de la palabra creadora, patrón de astrónomos, contables, magos, curanderos y encantadores. Su pico puntiagudo simbolizaba toda operación de intelecto práctico; aunque por práctica que sea su sabiduría, no excluye el conocimiento esotérico. Persigue y somete a serpientes y otros reptiles, por lo que se le ha atribuido un sentido anti-demoniaco.
Loto
Flor que brota de aguas estancadas o fangosas y reviste un rico simbolismo en muchas culturas orientales, desde el Mediterráneo hasta China, pasando por India. Se ha señalado que tiene su equivalente en la rosa para las tradiciones de Occidente.
En el antiguo Egipto, el loto simbolizaba el renacimiento. Es el primer nacido de las aguas primigenias (el Nilo) y fue un atributo para diversas deidades, utilizándose en ritos y sacrificios.
Oler la fragancia de la flor del loto fue una representación habitual en las pinturas y grabados de los antiguos egipcios. Piatti hace eco de estas escenas y en su pintura consigue una imagen semejante a una de las escenas del sarcófago de la reina Ashayet.
Cetro
Símbolo de autoridad suprema y poder, por lo que representó en muchas ocasiones a la nobleza. En Egipto era habitual que el cetro de los faraones tuviera en la cúspide la cabeza del dios Seth, una especie de cánido, con hocico y orejas puntiagudas.
Diosa Hathor
Deidad egipcia con atributos maternales. La imagen de vaca, representación que muchas veces se hace de ella, subraya el carácter de diosa madre o gran procreadora. Cuando se ha representado antropomorfizada, como en esta pintura de Piatti, la diosa mantiene los cuernos sobre su cabeza, pero con un disco solar entre ellos.
En esta representación escultórica, Hathor sostiene con su mano izquierda una cruz ansada o anj y con su mano derecha, un sistro: instrumento musical de percusión, originario de Egipto, que las sacerdotisas usaban en ciertos ritos. La mujer sentada en el centro, sobre la alfombra, sostiene un sistro en sus manos mientras observa cómo el ibis sagrado se acerca a una bandeja.
Orientalismo y pintura de historia
Se pueden identificar algunos elementos de Interior egipcio con otras escenas orientales de la misma época, como en Après le bain de Rudolph Ernst (1854-1932) y El Azhar, université arabe du Caire, de Ludwig Deutsch (1855-1935).
El autor parece participar de la atracción que sentían artistas occidentales por Oriente. En Chile, La perla del Mercader y Bandolero, de Alfredo Valenzuela Puelma (1856-1909), responden a estas características. Este interés se dio también en otras artes, por ejemplo, es la época en que Giuseppe Verdi compone el melodrama Aida y lo estrena en El Cairo (1871).
También, Piatti parece compartir el interés de muchos artistas de la época por el mundo antiguo y hechos históricos, como el neerlandés afincado en Inglaterra Lawrence Alma-Tadema (1836-1912).
Après le bain, de Rudolph Ernst (1889) Colección particular
Escena pompeyana, de Lawrence Alma-Tadema (1868) Museo Nacional del Prado © España
Bandolero, de Alfredo Valenzuela Puelma La perla del mercader, de Alfredo Valenzuela Puelma (1884) Banco Central de Chile Museo Nacional de Bellas Artes, Chile Surdoc 2-36
Fuentes
- "Alma-Tadema, Lawrence" [en línea]. Museo Nacional del Padro. Consulta: 15/03/2023.
- Bandera, María Cristina. Dipinti italiani del Museo de Bellas Artes di Santiago del Cile, Florencia: Centro Di, 2007, pp. 66 y 67.
- Becker, Udo. Enciclopedia de los símbolos. Barcelona: Robin Books, pp. 73, 194 y 195.
- Chevalier, Jean. Diccionario de los símbolos, Barcelona: Editorial Herder, 1986, pp. 278, 587, 588, 656 y 657,
- "Piatti, Prospero" [en línea]. Dizionario Biografico degli italiani, Roma: Istituto della Enciclopedia Italiana, vol. 83, 2015. Consulta: 15/03/2023.
- "Prospero Piatti. Pompeian interior" [en línea], Christie's. Consulta: 15/03/2023.
- Revilla, Federico. Diccionario de iconografía, Barcelona: Cátedra, 1990, pp. 87, 180, 191 y 231.
Recursos web
Agradecimientos: Departamento de Colecciones, Museo Nacional de Bellas Artes.
Fecha de publicación: 16/03/2023